Me voy, parto, me largo, me piro a una isla templada. Estoy harto de los calores y de los avatares de la ciudad.
Adios, Ciao, adieu, aunque mi vida es como un puzzle formado de trozos recogidos por los caminos ahora necesito un lapsus, una pieza blanca que me permita reempezar a desear nuevos colores.
Arrivederci, hasta luego, au revoir, nos veremos pronto, puede que os cuente algo desde la calmada isla, y en el reencuentro seremos los mismos y otros. Otros.
¿Cuando vuelves?
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