jueves, 29 de septiembre de 2011



Hay días, como hoy, que me gusta ver el mundo desde una ventana. Entonces descubro que una fuente que, en principio, creí sin sentido esta concebida con un fantástico concepto de paisajismo urbano, veo como cambia la ciudad, como lo hacen las modas y las costumbres; casi puedo percibir su ritmo. A veces miro mas lejos y veo un mundo inimaginable hace solo una década: un presidente negro en la Casa Blanca, revoluciones populares en países musulmanes, ascenso de países hasta hace poco olvidados como Brasil, India...veo la decadencia del modelo occidental basado en la locura del crecimiento perpetuo, en la pereza del pensamiento débil, en la ética de saldo…

Se ve el tiempo pasar desde una ventana, solo hay que agazaparse y esperar porque nuestro tiempo es tan limitado como el de una mosca común y debemos abrir mucho los ojos para sentir girar el universo.